Tu ausencia no da sombra. No entender insola toda razón. Puedo olvidar, puedo renunciar porque perdí el juego para ganar la partida. La cobardía ocultó tus ases, guardando mi escalera para encontrar la salida.
Los dioses avisaron, denunciaron lo clandestino. Todo se hundió en un claustro sin precedentes, el paraíso estaba equivocado.