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19 de julio de 2008

Mis huesos se tiñen contigo. La suma de momentos revela otros colores que plasman el lienzo. Descubres esa cualidad especial, ese matiz básico que ahora sí respiro.
Llego a verme en tus ojos para adentrarme. Nada más bello y arrogante. Nada más duradero que lo imprevisto.
Equivocarme fue la pincelada que inventó el color del acierto, el color ilusión, el color equilibrio...
Cruzarme contigo esculpió el color posibilidad, el color risa, resaltando el color pasión...
Escucharte,... dio paso al temeroso color entrega,... donde decido quedarme para no ser solo espectadora,... para no vivir en blanco y negro.