Frío... El frío se acurruca en el alma y en falso pie la vanidad se impone. Flagela la imagen como quien ordena matar el cuerpo y sus extremidades. Desdobla deseos falsos y no entiende la verdad. Caída súbita.
Respiro acelerando el pulso. Cuestión de minutos para quedarme sola... Caigo en tertulia sabiendo que pierdo por mi osadía al justificar mis enfados. No puedo inventar la sorpresa. No quiero que el temporal me dé una explicación. No puedo que la calma espere. No quiero una ecuación donde el resultado me desconcierte
Los días se acortan aunque no repare en ello. Dentro de nada llegaré a casa cuando ya sea noche. Las estaciones nos dan una nueva excusa para querer repetir. Los grises pueden brillar, hacer temblar el invierno atrevidamente en mi respiración, temblar en verano aferrándome a el momento que intento inmortalizar sin ser descubierta.
Respiro acelerando el pulso. Cuestión de minutos para quedarme sola... Caigo en tertulia sabiendo que pierdo por mi osadía al justificar mis enfados. No puedo inventar la sorpresa. No quiero que el temporal me dé una explicación. No puedo que la calma espere. No quiero una ecuación donde el resultado me desconcierte
Los días se acortan aunque no repare en ello. Dentro de nada llegaré a casa cuando ya sea noche. Las estaciones nos dan una nueva excusa para querer repetir. Los grises pueden brillar, hacer temblar el invierno atrevidamente en mi respiración, temblar en verano aferrándome a el momento que intento inmortalizar sin ser descubierta.
Los días se acortan, pero se suman. Uno a uno se acomodan detrás de ti, o a tu lado y también delante de ti,...