No digo nada.
Buscarte es cuestión de sortear enigmas.
Tus huellas marcan mi destino, el destino de un pájaro alado que aterriza en vuelo.
El ancla se tira.
El barco se apea en tu orilla.
Me he ahogado con tu ausencia y ahora sellamos la partida jugando al regreso.
Afino la guitarra del desconsuelo, entonando la balada del sentir tardío.
Te sentí perdida, te siento aún no encontrada.
He llegado a modular tu ausencia,
me he quedado vacía…