Mis ojos sudaron de frío ante el infinito silencio, condenando palabras encalladas.
Naufragó un abismo sin rescate.
Separó y unió.
Quemó y congeló los escasos momentos en que tocamos el universo.
Desfiguró el ruido hasta golpear el altar de lo prohibido.
Entonces,... el castigo fue justo.
El castigo fue un privilegio.
El castigo provocó la desconfianza cerrando ventanas en blanco y negro.
Acobardado abandono que nunca dependió de nuestro valor.
Ahora están en paz tu pasado y el mío.
6 comentarios:
leerte de nuevo me llena de alegria, no has perdido la esencia y me encanta lo q encuentro en cada palabra
un besazo
Caray, que fuerte vuelves. Sigue así...
Me alegro que les gustara. A ver si conseguimos mas, jaa... Un saludo
Si están en paz, piadoso fue el dolor, lo malo es que, hasta esa pobre paz se nos niegue.
Saludos
Es verdad TriniReina, Un saludo
Si están reconciliados los pasados de ambos, creo que es más fácil continuar. Pero siempre digo que no hay olvido, sólo se minimiza la intensidad del dolor.
Belleza de nostalgia y sentimientos varios los que nos muestras!
Abrazos grandes.
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