Que dolor vas a arrancarme si el hielo cubre ardiente lo que una vez se llamo corazón.
La felicidad no nos da todo a cambio de nada. Hipotecamos la piel al perseguir un espejismo, la sonrisa contagiosa es la manera de llorar sin que duela lo que ya sabes que has perdido...
No me arranques este dolor cuando ya se convivir sin que me haga daño. Esta rosa me espina el alma pero sus pétalos acarician mi vida...