Archivo del blog

27 de octubre de 2020

Me tienta el papel pero me acojona la tinta. Con coraje me decido pero se enredan mis manos.
Solas, una noche a solas para que los recuerdos se junten en el rincón más tierno del universo.
La esencia estaría ahi, se llenaría  de azul. Empaparía nuestro aliento desbordando las expectativas.
Por suerte la ansiedad se tomó un respiro... y desde entonces vago en el aire buscando tu boca, ya nada será igual.
Desde entonces tengo algo más en mi guarida, un secreto guardado entre tu alma y la mía.

 


Hay noches que tendrían que ocultarse detrás de la luna. Llenar los huecos a conciencia para que no entre la luz en mi rincón contigo. No tengo rutina, no tengo una razón. Cada silencio se enfoca hacia ti, sin contar contigo. 
Hay paréntesis en que tu imagen por momentos se diluye. Vientos que alejan o arriman... 
Hay noches que explotas con más fuerza. Las señales o interpretaciones temblorosas, llenan de respuestas escasas, a mi curiosidad cautelosa. Despiertas preguntas tardías; irracionales momentos que masticaron palabras para evitar espacios en blanco y así coincidir un día... 


26 de octubre de 2020

Déjame estar... 
Déjame quererte aunque no puedas estar conmigo. 
Déjame la ilusión de salvar la razón para que todo tenga un sentido...  
Déjame temblar sin estar junto a ti. 
Hagamos que fluya para que podamos compartir sonrisas. 
Cuanto más alejas tu presencia, mas te acercas a mi sombra.
Déjame aunque los dioses no lo consientan, porque su autoridad es suavemente prepotente y quizás aprenda a saborear el paraíso.
Déjame quererte despacio y me sorprenda un manantial de sentimientos para besarte el corazón.
Cuantas más palabras dejamos de pronunciar, más silencios solitarios ponen música a este vértigo placentero, que ya se acomoda en mis días.

 

12 de octubre de 2020

No quiero verte, 
no quiero ni luz, ni sombra ...
No quiero acercarme, ni tocarte, 
ni morder tu boca, 
no quiero enloquecerte. 

Mezclando horas de insomnio,

la fragilidad está en exposición permanente.

El miedo se tranquiliza al escucharte,

pero el coraje se instala en las rodillas,

mientras la virtualidad se hace presente...


Ni te pienses verme, 

ni a la luz, ni a la sombra,

Ni te acerques,... y ni se te ocurra tocarme,

No te atrevas a morderme,...

ni mucho menos enloquecerme.


1 de octubre de 2020

Anoche, mientras caminaba hacia casa y la brisa húmeda y fría de la Barcelona otoñal se calaba por el escote de la camisa acomodándose en mis mejillas, leí un cartel pegado junto a miles de carteles, una frase que decía: “el día 4 de noviembre habrá para todos un mismo Dios”.
Intente descifrar el mensaje, a que Dios podría referirse?... Y mientras deducía miles de posibilidades me encontré una vez mas pensando en ti… Pensé en un mismo solo para nosotras y si no un Dios, si la fuerza y la fe necesaria para recorrer el camino.
Y volví a hacerme preguntas… ¿que camino? ¿Nos esperan grandes ilusiones? ¿Juntas? ¿Querremos algún día lo mismo?...Se me encogió el estomago y mis latidos resonaron en mis huesos por la oscura y vacía calle.
Me gustaría darte parte de ese espíritu que me envuelve desde que estas en mi. Quiero que seas feliz. Que consigas esa paz perdida hace tiempo, esa paz que yo mismo busco.
Estoy aquí porque quiero que alcances lo que buscas, conmigo o a través de mi. Quiero darte mi apoyo, ser sustento de tu alma cansada y aturdida. Quisiera que ese Dios que llevamos todos adentro te mimara y cuidara en los fríos que nos acompañan, durante los largos y cortos días, los ratos felices o infelices que se convierten en nuestra sombra a cada paso que damos.
Decirte lo que siento ya ha quedado escrito entre papeles y recuerdos, entre nostalgias y dudas… Mi presencia quiere seguir a pesar de todo, a pesar que no resulte una historia que nos una a través del amor… pero si será una historia entre tu y yo, y eso nadie podrá arrebatárnoslo, ni siquiera nosotras mismas.
El día 4 de noviembre habrá para todos un mismo Dios… Quizás sea un gran motivo para compartirlo tu y yo.