Hoy salí a la calle y me encontré un cielo salpicado de algodones. Me zambullí entre la gente dispuesta a respirar todo lo que se me ponía delante.
La temperatura era ideal para caminar, asi que pensé... que bueno que estuvieras a mi lado, que bueno el día en que podamos hacerlo.
Así que entre pensamientos y recuerdos del día mi camino a casa fue sonriendo mis pasos al andar.
Me sorprende este sentimiento, me sorprende y me da valor para aprender a vivir lo que ya debía de saber.
Me alucina tu corazón abierto, me cautiva tu corazón cerrado. Encendida me alimento de un reloj sin manillas que marcan la hora en donde puedo verme en tu espejo y ser yo misma.
Asi que vuelvo sobre mis pasos para no perder la ilusión del presente. deambulo machucada, atada de pies y manos, sin ojos para ver la puerta de salida.