Llueve y es tarde…
Enciendo un cigarrillo y pienso en ti. Tu voz invade ese silencio. Un recuerdo fresco abraza esta tormenta donde enfurecidos relámpagos alivian la soledad de mi piel. Coinciden mis manos y se tientan a que toda la artillería avance hacia tu territorio.
Enciendo otro cigarrillo y sigo pensando en ti.
Viene a mí ese olor a tierra mojada al salir al patio.
Que caiga el telón porque al fin respiro.
Esta conmigo.
Me inundo y ahoga, me mata dejándome vivir.
Me tiene.
Me da. Me quita.
Tiene fuerza y está aquí,…
lo puedo sentir…
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