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19 de junio de 2007

El sol me llueve mojándome aunque este dentro de casa.
Los rayos se cuelan como gotas de agua cubriéndome de olas, tirándome hacia atrás, nublando las cosas que hago para no pensar en tus horas.
Coqueteo con cicatrices en las orillas del tiempo, que alevosamente sucumben en tu frontera, ensordeciendo mis heridas.
Tu elocuencia resta pasos en la latitud de nuestros mundos.
Las palabras queman y se acomodan en mi regazo.
Tu espacio me invade en los pliegues de mi mente.
Tu voz me persigue en la sangre, consintiendo este credo marginado, dando paridad entre mis frases y tus silencios.



6 comentarios:

Anónimo dijo...

"Tu voz me persigue en la sangre..."

Hay voces que se adentran, que nos viven, que llevamos con nosotros y sin saber, sin anuncio... aparecen reflejadas. Se dejan escuchar, se hacen sentir.
Y mientras nos recorre la ultima caricia por la espalda, nos regala una sonrisa, imposible de desvanecer.

TU BOCA dijo...

Totlamente de acuerdo Lips... Bienvenida...

Unknown dijo...

Una parte de ti ha crecido en mi!!!
Y así lo que ves, es tú y yo juntas para siempre y nunca separadas, puede ser en la distancia, pero nunca en el corazón.

Bello, muy bello este sentir
No decaigas, el amor todo lo puede

Anónimo dijo...

"Coqueteo con cicatrices en las orillas del tiempo" No sé si hablas de cicatrices de verdad. Me encantan, acariciarlas, recorrerlas, me siento parte de esa cicatriz de la mujer que duerme a mi lado. Qué bello lo que has escrito.

Anónimo dijo...

Bello, muy bello niña!! Sigue escribiendo!! Soy Sara y te leo de cuerpoacuerpo. Maria me avisó que abriste este blog, el anterior me gustaba mucho. Qué suerte que volviste!! Saludooooos :)

Anónimo dijo...

Hola Sara, gracias por leernos. Nos leías en cuerpoacuerpo? Que bueno, saludos y bienvenida.

Gracias Maria, no llegamos a tu blog, pasanos la direccion. Saludos :)